Cuatro hábitos efectivos para conseguir un empleo

Artículo de Rocío Pérez y de Marta Costa Martínez, del Área de Evaluación y Seguimiento de las Lanzaderas de Empleo en Fundación Santa María la Real 

 

Cuando se diseñan programas de empleabilidad, es frecuente ofrecer formación en contenidos relacionados directamente con la búsqueda activa de empleo. Se trabaja el autoconocimiento para detectar las competencias profesionales que tiene cada participante, y posteriormente se diseña un currículum atractivo adaptado al puesto de trabajo al que se opta. Se incide también en otras herramientas, como es el caso de las cartas de presentación, las entrevistas de trabajo y las redes sociales orientadas a la detección de oportunidades de empleo.

 

Este trabajo está centrado capacitar a las personas para que esas capacidades se transformen en conductas estratégicas para tener éxito en la búsqueda de empleo. Es muy necesario, ya que el mercado de trabajo ha cambiado mucho en los últimos años, y esos cambios han tenido incidencia en la manera de buscar empleo. Ya no se busca un puesto de trabajo como se hacía antes, sino que hay que tomar en consideración nuevas estrategias.

 

En cambio, si nos ocupamos sólo de formar en esta dirección y de dar consejos sobre cómo deben buscar empleo, estaremos olvidando otras dimensiones de la persona que son los principales motores del cambio de conductas: las creencias. Todos/as tenemos creencias que nos limitan a la hora de buscar empleo. Las creencias potenciadoras se materializan en hábitos saludables, las creencias limitantes se materializan en hábitos negativos o en la ausencia de hábitos.

 

Un hábito es el resultado de una acción que repetimos frecuentemente de manera inconsciente. La ventaja de los hábitos es que no son innatos, sino aprendidos, y que una vez que detectamos creencias limitantes y hábitos saludables, pasamos un tiempo realizando un “esfuerzo” en búsqueda de motivación y fuerza de voluntad para mantener esa conducta, pero después conseguimos ejecutarla de manera automática, sin tanto esfuerzo.

 

Desde InnÓrbita os animamos a identificar creencias limitantes y hábitos que están limitando vuestro desarrollo profesional y el de las personas con las que trabajáis si os dedicáis a la gestión de programas de empleabilidad. Os animamos a valorar qué hábitos pueden ser relevantes para incorporar en vuestra rutina. Por nuestra parte, os recomendamos los siguientes:

 

 

Creencia limitante: la única manera de mejorar profesionalmente es formarme. Acostúmbrate a escuchar a la gente que te rodea. Sus aportaciones te pueden llevar a superarte incluso de una manera más efectiva que haciendo un curso. Pregunta directamente a quienes tienes cerca en tu ámbito personal y profesional, valorando las críticas como opciones de mejora. Generalmente nuestros límites responden más a maneras de actuar y a creencias que a déficits de formación. Seguro que así también descubres cualidades valiosas en ti que nunca habías tenido en cuenta.

Creencia limitante: yo ya me formé en su día. No olvides, eso sí, que vivimos en un mundo en constante cambio y los conocimientos se caducan pronto. Detecta que nuevos conocimientos y habilidades se requieren en la profesión deseada y prográmate espacios y tiempos para acceder a nuevos aprendizajes. Puedes revisar diariamente durante 10 minutos las noticias y actualidad relacionada con esas materias o sondear qué nuevas propuestas de cursos gratuitos online (MOOCS) aparecen.

Creencia limitante: las oportunidades de empleo están en Internet.  Prepárate un argumentario de venta de ti mismo/a, señalando tu objetivo y tus puntos fuertes. ¿Todas las personas de tu alrededor saben que estás buscando un empleo o que quieres poner en marcha una idea de negocio?. Cuéntaselo, deja claro tu mensaje y solicita su apoyo. No dejes pasar ni una oportunidad.

Creencia limitante: la actividad física y la dieta no tienen relación con la búsqueda de empleo.Te puede parecer que no tienen relación con el empleo, pero ambos influyen directamente en la imagen que proyectamos al exterior y por tanto en la impresión que causamos en las empresas a las que nos dirigimos. Además, ambos tienen un alto impacto en nuestro estado emocional. Si nos sentimos mejor, tenemos más ilusión y fuerzas para encarar la búsqueda de empleo, y tendremos más oportunidades de éxito. El siguiente website aporta información muy interesante al respecto (https://www.fitnessrevolucionario.com/)

¿Cómo lo puedes hacer?
Recuerda que para incorporar nuevos hábitos debes plantearte pequeños logros a corto plazo. Cuando te das cuenta que vas consiguiendo logros con facilidad, te sentirás más preparado/a para plantearte retos más complejos.  Mucho ánimo y ¡adelante!

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Comments
  • Francisco Casal
    Responder

    Estoy de acuerdo con el articulo de los cuatro hábitos para conseguir empleo, las redes sociales no deben ser el fin, sino el medio para la consecución del objetivo que es conseguir un empleo. Quizás la dificultad es la de definir esos hábitos que hacen que hacen que lleues a tu objetivo.

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